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24/05/2024

Café colombiano y biodiversidad: un orgullo a conservar

¿Qué pasa con anfibios y reptiles en los cultivos de café? Un estudio observa cómo influye el producto nacional en sus hábitats.

El café colombiano es más que una bebida; es un emblema cultural y uno de los principales productos de exportación. Sin embargo, su cultivo también plantea desafíos ambientales.

Un estudio realizado en la región del Cerro Quininí, en la provincia de Sumapaz, Cundinamarca, arrojó luces sobre la relación entre la producción cafetera y la presencia de anfibios y reptiles que habitan estos cultivos, a través de suelos con distintas coberturas.

Colombia es un país megadiverso, que alberga una riqueza única de especies. Tiene numerosos ecosistemas y diversidad genética. Esta diversidad, esencial para el equilibrio ambiental, se ve afectada por actividades humanas como la agricultura.

Al transformar el uso del suelo, hay una afectación en la biodiversidad y por eso la importancia de estudiarla para encontrar un balance.

Juan Camilo Ríos, candidato al doctorado en Ciencias Biológicas de la Universidad de los Andes y uno de los autores del artículo publicado en la revista Perspectives in Ecology and Conservation, destaca la importancia de los anfibios. “Sirven como bioindicadores, o sea, son señal del estado de salud de los ecosistemas, y esto es principalmente porque son especies de baja movilidad”.

Los anfibios además tienen una relación cercana con el agua, por lo que su presencia es señal de fuentes hídricas.

Los anfibios y reptiles en el cafetal 


Los anfibios y reptiles en el cafetal
Cafetales y algunos de los animales muestreados. Fotos: Juan Camilo Ríos Orjuela y Jherandyne Castillo.

Los resultados de la investigación mostraron que, a pesar de ser un hábitat transformado, sigue siendo refugio de anfibios y reptiles en la zona estudiada.

Recolectaron 134 individuos pertenecientes a 14 especies de ranas, 12 especies de serpientes y 7 especies de lagartos. Esto representa el 48,3% de las especies de anfibios y el 13,63% de las especies de reptiles con presencia potencial en el área de estudio.

Ríos explica que incluso la composición de especies es similar a lo que se vería en una vegetación de un ecosistema seminatural que está en un proceso de recuperación. Pero también aclara que estos hallazgos “tienen varios paréntesis”.

El estudio se enfocó en una de las dimensiones que se observan en la biodiversidad y es el número de especies en un hábitat, que es distinta a la diversidad funcional, donde se observan los roles de las especies en un ecosistema. Esa diversidad funcional, aunque sigue en investigación, sí puede tener una afectación por los cultivos.

Las características de los cafetales donde se observa un mayor número de anfibios y reptiles es la que cuenta con sombra, algo que dice Ríos también se había observado en estudios anteriores respecto a la presencia de aves.

Igualmente, en los cafetales donde hay una capa de hojarasca abundante y húmeda, hay una mayor diversidad de anfibios y reptiles. “Muchas veces tenemos la impresión de que, si el cultivo tiene algo de hojarasca o algo de maleza, entonces es un cultivo que no está bien tenido” dice Ríos, planteando un cambio de paradigma que piense en todas las formas de vida que comparten estos ecosistemas.

Agricultura y biodiversidad


Agricultura y biodiversidad
El grupo muestreando y ejemplares recolectados. Fotos: Uber Rozo y Juan Camilo Ríos.

La Federación de Cafeteros, en el Avance Técnico realizado por Cenicafé, en junio de 2023, reconoce los beneficios que trae el sombrío para los cafetales, como la regulación de la radiación solar, la absorción de nutrientes o el almacenamiento de agua en el suelo. Aunque advierte que debe ser bien planificado “para evitar que el exceso de sombra reduzca la producción de café”.́

Ríos dice entender que es un nicho económico y que es un producto insignia para el país, aunque agrega que “cuando estamos hablando de buenas prácticas de café, tenemos que hablar mucho más que solamente la productividad”.

Los investigadores llaman la atención en que, al igual que los polinizadores, estas especies de ranas y de reptiles cumplen papeles importantes en ciclos de regulación del agua, en la regeneración de los bosques o balance de los ecosistemas y deberían entrar en la planeación del establecimiento de los cultivos.

Este trabajo fue financiado, en parte, por la Asociación Colombiana de Herpetología, con la beca Botas al Campo, que recibió el grupo en 2019 y a el apoyo de la comunidad del Cerro de Quininí.

Los otros autores del artículo son Nelson Falcón-Espitia, estudiante de la maestría en Ciencias biológicas de la Universidad de los Andes; Alejandra Arias-Escobar, bióloga e investigadora independiente y Dennys Plazas-Cardona, investigadora del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional.

Para Juan Camilo, este trabajo representa un paso inicial en la comprensión de la compleja relación entre la biodiversidad y la producción de alimentos. Enfatiza que esta investigación es el esfuerzo colectivo de numerosas personas y familias, subrayando la importancia de un enfoque colaborativo para abordar los desafíos ambientales en Colombia.
 

Escrito por: Mauricio Laguna Cardozo | Periodista