Jenny Dussan, directora del CIMIC se emociona cuando se le pregunta por la diversidad que tiene Colombia en bacterias, y de inmediato recuerda el libro de Roberto Kolter y Stanley Maloy: Microbes and Evolution: The World That Darwin Never Saw (Microbios y evolución: El mundo que Darwin nunca vio) Porque el autor del Origen de las Especies no pudo explorar el universo de los microorganismos. A Colombia le pasa lo mismo, es evidente la biodiversidad de fauna y flora y, aunque invisible, está la de las bacterias, hongos, algas microscópicas y demás microorganismos.
“Si tú chequearas un gramito de tierra ves la diversidad de microorganismos que hay, y esa diversidad es mayor que la de cualquier otra, porque soporta condiciones ambientales extremas y por eso Colombia, que tiene varios pisos térmicos, y está en el trópico, la diversidad es inmensa”, dice Dussan.
La L. sphaericus también puede absorber metales y este es uno de los trabajos que la microbióloga ve que todavía falta desarrollar en el tratamiento de aguas y en la minería.
Tras 30 años dedicados a un solo microorganismo al que le ha encontrado todos estos usos, Jenny Dussan llama la atención sobre el potencial que hay en la microbiota y las bacterias aliadas que todavía faltan encontrar, y así estudiar los servicios que pueden prestar a la humanidad.
Conoce más sobre el "L. sphaericus", una investigación llevada a cabo desde el Centro de Investigaciones Microbiológicas (CIMIC), aquí: https://t.co/5rvqPaAoQt